Contrarrevoluciones: Capítulo I, el enigmático

“Contrarrevoluciones” es el título de mis investigaciones –basada en recorridas callejeras- que te iré contando cada fin de semana. Es una manera de desconstracturar la contracción del amor moderno y hacer de nuestra realidad una sátira. También es una manera de distinguir a l@s revolucionari@s de los contrarrevolucionari@s, también conocid@ como chic@-burgués.

Hoy hablaré del chico enigmático, esa especie masculina que cree que con el halo del misterio caeré, caerás y caeremos rendidas a sus pies, cual resultado de una manipulación macabra para el amor, en estos tiempos.

Esta especie de chico frecuenta comúnmente fiestas, recitales en bares, reuniones de las más variadas, como exposiciones, cócteles y otras tertulias con diferentes nombres.

Primero, me centro en la descripción de este estereotipo masculino y su accionar ante las mujeres en las reuniones sociales.

Ante las distintas alternativas para llamar o, si queres ponele, conquistar a un chica, este hombre elige el ser un incógnito como su carta de presentación. Es así como actúa de modo misterioso, ya sea en su caminar, sus expresiones faciales, el movimiento de sus manos y su mirada pensativa sostenida por más de cinco minutos.

Toda su estrategia está basada en mostrarse como un hombre a explorar, diferente, que rompe con todas las reglas sociales. Ahora me pregunto: ¿Cuántas horas pasa frente a su espejo para creerse su nuevo personaje? Sea el tiempo que sea no es tan difícil la actuación, porque el espejo no habla, no piensa como una chica.

En resumidas cuentas, su misión es intrigarte, conquistarte y besarte.

Plan del chico enigmático

Introducción. Entra a la fiesta con su caminar misterioso, como si ya quisiera que te enteres que algo oculta, como un secreto a descifrar.

Opción femenina A: La chica ya se siente intrigada y no parará de mirarlo, se armará y desarmará con tal de captar su atención. O sea, ya entró en su juego.

Opción femenina B: Ni bien entra a la chica ya le cae como un bicho raro y sólo le viene a la cabeza la pregunta: ¿qué onda este chico?

Nudo. Mientras todos bailan, se ríen y charlan, él se aleja silenciosa y pensativamente, con su vaso de alcohol.

Opción femenina A: La chica siente que es un desafío ante todos los chicos de la fiesta.

Opción femenina B: ¿Le contaron que estamos en una fiesta, no? ¿Qué acá se baila, se charla?. El principio de la crítica constructiva femenina.

El chico misterioso se siente en una mesa y mira fijamente un punto a la distancia.

Opción femenina A: La chica no deja de mirarlo. Siente una gran atracción hacia él y a esto se suma sus tremendas ganas de conocerlo, a toda costa. Sólo piensa en cómo, qué y cuándo actuar para llamar su atención.

Opción femenina B: La chica ya va por el tercer vaso de Fernet y sigue bailando con sus amig@s. Ya ni lo mira.

Desenlace. Y así en la fiesta, el chico enigmático aparece y desaparece; hace llamadas por teléfono, se detiene a mirar un cuadro kitch del bar, vuelve a sentarse en su mesa.

Opción femenina A: La chica se acerca y se sienta a su lado. La intriga generada pudo más que otra cosa. Acto seguido, la conquista. Y así en el oído del chico desfilará la frase tan ansiada “Desde que te ví me re intrigaste, porque me pareciste un chico misterioso”. Y así el chico enigmático le sonreirá, mientras piensa “misión cumplida”.

Opción femenina B: Para la chica pasó a ser de un misterioso light a un sobreactuado.

En la vida nocturna de Buenos Aires hay de todo un poco, para todos los gustos. Y para seguir luchando por el amor revolucionario también es necesario analizar los distintos escenarios, ironizarlos y burlarnos para que el amor des-complicado tenga su papel principal.

Hasta todos los momentos.