lunes, 1 de agosto de 2011

Los artistas anónimos

El Subgeneral Siqueiro me despertó muy temprano. Con desayuno por medio me dice: “Renata, despierta, que hoy es una mañana para hablarte de los artistas anónimos”. Entreabrí un ojo y después otro. Y ahí estaba el Subgeneral, a los pies de mi cama, para comenzar su relato.

Todo pueblo tiene sus artistas, los hay populares, los conocidos y los anónimos. Ellos nos tienden un puente para manifestar nuestros sentimientos, para conjugar nuestros pensamientos y para sentirnos identificados con cada una de sus palabras.

El artista es el alma de la sociedad y, en especial, de la familia. El artista vuela hacia donde sus palabras lo llevan. No tienen límites y trascienden las fronteras.

Conozco artistas populares, reconocidos y también los anónimos.

Yacen en mi alma, como el mejor de los tesoros que puedo guardar.
Unen mis sentimientos del amor revolucionario.
Cada día me sorprenden con sus palabras, aunque sean lejanas o cercanas.
Escapan a las formalidades y nos llevan de la mano a volar.

El Subgeneral Siqueiro me dice que siempre tengo que estar atenta al mirar a los ojos a cada una de las personas que me cruzo en mi vía revolucionaria. Y tiene mucha razón. Desde que comencé mi revolución hallé miradas que ni imaginaba, ni esperaba descubrir.

Los artistas tienen la capacidad de sorprenderme, de bajarme una estrella del cielo. Me regalan esa cuota de imaginación para seguir luchando por mi causa.

El Subgeneral Siqueiro me dice que los artistas están por doquier, sin buscarlos, ni llamarlos. Y tiene razón. En este último tiempo, el amor revolucionario me llevó a conocer a una artista, que hace con sus palabras dibujarme una sonrisa y alimentar mi sueño por el amor revolucionario.

En homenaje a esa artista anónima, que también creyó, cree y creerá en el amor revolucionario le hago llegar la canción “Cuando los ángeles viajan”.

Hasta todos los momentos.


2 comentarios:

  1. Camarada Brenda: Como dice el genio de Enrique Pinti, pasan los años, pasan los gobiernos, los radicales y los peronistas, pasan veranos, pasan inviernos, quedan los artistas. Pasan los mecenas, pasan los censores, pasan hipócritas y moralistas, tiempos peores y tiempos mejores, quedan los artistas. Hasta todos los momentos.

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L@s camaradas dicen