Escribir cartas: obsesionantes, afrodisíacas, tremendas, seguido por el dictamen del corazón.
No es un oficio de elegidos. Ni un acto pasado de moda.
El género epistolar no es una pasión inútil.
No hay una forma estipulada para comenzar. Cualquiera puede ser, por lo menos, graciosa, si un@ se atreve a largarse al mundo de las palabras y decide atravesar una página en blanco.
No es bueno perderse en lagunas mentales sin buscar el timón de la oración.
Las frases cortas y atrevidas construyen una autopista al corazón.
No es aconsejable aguantar hasta que aparezcan las ojeras para dibujar palabras.
No se dejen crecer los bigotes buscando la palabra exacta para expresar sus sentimientos.
No dejen aflojar sus párpados si no hallan el adjetivo apropiado.
Eso sí nunca pretendan escribir como escritores, cartas que tienen una sarta de verdades acerca del universo, que pretenden pasar a la posteridad.
Y si no logran reunir en un único sustantivo la síntesis de sus sueños no se dejen llevar por la desesperación.
Una vez redactada, no corrijan la carta como si estuvieran ante una mesa de examen, ni tachen con pánico fervor.
Simplemente, la tiran al buzón y se dejan llevar por el amor revolucionario.
La revolución renatista profesa retomar el hábito de escribir una carta de amor.
Y como inspiración les dejo el link de "Palabras de amor", de Serrat:
http://www.youtube.com/watch?v=CLfNXdycg9c
La revolución renatista profesa retomar el hábito de escribir una carta de amor.
Y como inspiración les dejo el link de "Palabras de amor", de Serrat:
http://www.youtube.com/watch?v=CLfNXdycg9c
Hasta todos los momentos.
De vez en cuando, desde hace mas de veinte años, escribo una carta (corta, pero carta al fin) y no la mando por correo, pero suelo dejarla en lugares donde mi amor pueda encontrarla,por ejemplo dentro de su billetera,o simplemente sobre su mesa de trabajo. Generalmente va con corazoncitos dibujados y muchos Te amo.
ResponderEliminarah! me olvidaba, ya tengo sonido en la compu de nuevo, asi que puedo ver los videos.
Camarada Laura: Es muy bueno lo que haces, eso se llama amor revolucionario. Y podemos agregar corazoncitos dibujados a este decálogo ¡Qué buena noticia qué ya vuelvas a escucharme! Hasta todos los momentos.
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