Todos asocian al conejo y la galera con el mago. ¿Siempre es así? ¿Son una asociación ilícita?
¿Últimamente, vieron el efecto de sacar al conejo de la galera? Anoche yo presencié un curso acelerado para aprender el truco mágico de sacar el conejo de la galera. ¿Y adivinen qué? ¡Tuve un maestro que me enseñó rapidísimo! James B. es muy bueno para estos mandados.
El Subgeneral Siqueiro me cuenta que el mito popular acerca del conejo dice que es un animal fácil de manejar y queridos por los niños. ¿Y cómo es el comportamiento del conejo respecto de las mujeres? ¿También es fácil de manejar para las mujeres? No hay estudios precisos que indiquen la influencia del conejo en la raza femenina. Pero, expertos, como el mago de anoche, me contó que es una tendencia en alza el truco de sacar el conejo de la galera entre ellas.
¿Cuál es la leyenda de conejo y la galera? Hace más de dos siglos una mujer llamada María Toft, esposa de un fabricante de telas, engañó a todos los doctores del pueblo haciéndoles creer que había dado luz a conejos. Pero, como buena mujer, tenía su cómplice: el doctor Juan Howard sostenía este absurdo hecho y así muchos otros médicos creyeron en esta historia. La noticia corrió rápidamente hasta que un mago londinense aprovechó esta idea como publicidad y colgó en los afiches de toda la ciudad el anuncio “El nacimiento de un conejo”. Y así comenzó el truco del conejo y el mago.
Regresando del túnel del tiempo, te cuento que yo presencié skypeanamente el truco del conejo y la galera. Y créanme: ¡Qué el conejo me sonrió! Ahora, era un conejo de lo más insolente que hasta me pidió un beso.
Primero, saco una oreja; después, la otra. Y entre palabras mágicas y movimientos astutos con la varita el conejo salió de la galera. Entre nos, debo confesarles que el mago me dio una clase magistral.
Pero, después de chequear algunas fuentes de información con el Subgeneral Siqueiro, me enteré que el conejo del truco de anoche también apoya la revolución por el amor revolucionario.
Y, bueno, ya te imaginarás que, a altas horas de la madrugada, fui conquistada por ese conejo.
Hasta todos los momentos.

Camaradas: ¡Misión cumplida! A James B. le dio un ataque de risa. Hasta todos los momentos
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