sábado, 26 de noviembre de 2011

Música y corazón


Hoy me levanté adrenalítica. Muchos cambios y mucho por venir en estos tiempos. El sol me da en la cara y el día está bueno para disfrutar, pasear y salir con quién quieras y a la manera que más te agrade.

Hoy me lleno de la presencia de las personas que tengo en mi vida, de los camaradas que me siguen día a día en mi lucha revolucionaria. Sé que siempre andan por ahí.

Y, la verdad, se avecinan tiempos de cambio. En la semana te daré más detalles. Pero hoy quiero que vos y yo compartamos, vivenciemos la alegría que nos da la música.

Para mi la música es una expresión netamente revolucionaria. La música nos transporta hacia el más allá, nos saca del aquí y ahora. La música es la bebida espirituosa para nuestros espíritus rebeldes.

La rebelión del amor necesita de la música. La lucha por el amor revolucionario danza al son de las notas musicales, de esas canciones surgidas del pueblo. La lucha por el amor revolucionario precisa de la alegría de la música.

DOsis de música para avanzar en la toma revolucionaria en detrimento del amor burgués.

REcrear los sentimientos, retransmitir las sensaciones y así trazar un puente entre todos.

MIlitar al son de un tambor. Una guitarra, un teclado y cualquier otro instrumento musical son una de las herramientas indispensables a la hora de luchar por el amor revolucionario.

FAnatizarnos con la música nos alegra los corazones. Es una afirmación revolucionaria.

SOLtarnos, revolearnos y revolutearnos con la música es una experiencia que nadie puede privarse.

LA sinfonía musical es la bebida para nuestra alma.  

SI, yo estoy de acuerdo que la música es la bebida espirituosa para este transitar revolucionario, aquí y ahora.

En este día qué mejor disfrutar del reggae, que nos invita a danzar y a liberarnos de cualquier estructura y norma social de estos tiempos.

Este sábado quiero intensificar mi accionar revolucionario así que, camaradas, sintonicemos Kymastereo, que en Poco y Nada vamos a bailar con los Mensajeros Reggae.

¡Y a empezar la fiesta del sábado!

Hasta todos los momentos.

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L@s camaradas dicen