viernes, 12 de agosto de 2011

¡A cucharear qué se vino la lluvia!

Amanecer de un día lluvioso. Me pueden los días de lluvia y por asociación libre me puede cucharear en este día. 

Imaginate: amanecer de un día lluvioso. Hacer tostadas caseras, unos mates y con la bandeja a la cama. Eso sí acompañad@. Y pasarse un buen rato entre libros, diarios y tu compañía revolucionaria. La opción siguiente es mirar juntos una película, ya sea épica, romántica, de suspenso, no importa tanto el género en esta ocasión. Y entre libro que va y viene, entre película y película, el arte de cucharear. ¡Qué linda sensación! Vuelta para un lado, vuelta para el otro y así un día dedicado al cuchareo, mientras en mi patio sólo se escucha la caída de las gotas. No importa que pase allá afuera, total en la casa está todo. 

El compartir con un chico un día de lluvia es sublime, es un cuelgue casi místico, donde nos olvidamos de la realidad y nos sacudimos del trajín de la rutina.

¡Desperta, Renata! ¡Desperta, Renata! 

Es un plan ideal para este día de lluvia, pero me falta algo en mi lista: la compañía revolucionaria. ¡Recontrarecorcholis! 

En fin, tendré que salir, comenzar con mi día y esperar a la noche, cuando llegue mi bien merecida terapia intensiva.

Camarada: les dejo un saludo revolucionario para este viernes; a los que no encontraron su amor revolucionario no desistan, no están solos en esta búsqueda; y a los que ya lo tienen haga de este día un homenaje al cuchareo.

Hasta todos los momentos.


1 comentario:

  1. Muy buen plan Renata, yo haría eso todo el día, lástima que es viernes y hay que trabajar. Pero bueno, tranquilamente podemos volar con la imaginación!

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L@s camaradas dicen