Brendita, la terapeuta

Brendita es mi gran amiga. Ella sabe bancarme en todas, absolutamente todas mis andanzas. Ella cree que lo que vivimos, las personas que conocemos, los amores están determinados por el destino. Y yo, si bien, al destino no le quito su aporte en mi ruta revolucionaria, no le adjudico semejante trascendencia. Yo pienso si el destino todo lo tiene escrito y todo lo dice: ¿No nos convertimos en seres pasivos? ¿Somos meras existencias andando por esta vida a merced del destino? ¿Y cómo compatibilizar esa teoría con los sueños y proyectos que perseguimos? ¿Para qué preocuparse si estamos digitados por el destino? ¿El destino y la revolución no se contradicen?

Brendita es una pastora de la creencia del destino y yo no. Esas son las posiciones. Y ante mi necesidad de intensificar mi lucha por el amor revolucionario, seguir arriesgándome y sintiendo que mi revolución es mi sur, norte, este y oeste ella decidió que ya era conveniente una terapia de alcohol intensiva para sortear algunos embates contrarrevolucionarios.


Les dejo la presentación de Brendita.


Hasta todos los momentos.