Una mujer que trascendió el tiempo

"Tú sabes que a ese privilegio respondí haciendo de mi vida una llama que ardió en una vigilia permanente, sin descanso y con alegría..."

El Subgeneral Siqueiro me dice que el paso del tiempo hace que muchas veces nos olvidemos de los aportes que hicieron hombres y mujeres en la lucha por una sociedad más justa y solidaria.

En la historia de nuestro país nos encontramos con mujeres apasionadas con la lucha por la justicia social y su coraje para enfrentar su contexto socio-político, en el cual el rol de la mujer no era como es el de hoy en día.

Hay mujeres que irrumpen en la historia.

Hay mujeres que meten a las mujeres en la historia.

Hay mujeres que dan vuelta el tablero ante la mirada social.

No es justamente el feminismo por el feminismo en sí, sino la militancia femenina, la lucha por el amor revolucionario, que abarca la igualdad de género, derechos y papeles sociales.

Sin simpatías partidarias de por medio, el Subgeneral Siqueiro se arriesga a decirme que María Eva Duarte de Perón fue una mujer que supo ganarle al tiempo y al olvido.

En la historia Argentina, el protagonismo de Evita despierta pasiones, sentimientos encontrados, pero no la indiferencia.

Allá, por 1947, esta mujer exclamó a los cuatro vientos: "Recibo en este instante de manos del gobierno la ley que consagra  nuestros derechos cívicos y la recibo, ante vosotras, con la certeza que lo hago en  nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria".

El Subgeneral Siqueiro me hace abstraer -por un rato- de todo tipo de color partidario, al decirme que esta lucha trasciende ese límite circunscrito en el tiempo. Y me recuerda que transitar la senda de la igualdad de género es uno de los actos revolucionarios de la vida.

Y así el Subgeneral Siquiero me habla, como para que no me olvide en ningún instante, del paso de las mujeres luchadoras, que cada una –en su momento- hizo de su pasión una lucha alcanzable a todas nosotras.

Hasta todos los momentos.