sábado, 23 de julio de 2011

Almomerienda revolucionaria

Ring, ring. ¡Llegó mi DNI nuevo!, pensé.

No, no. No era el DNI.

Un renatista me trajo, en persona, un esmalte de diseño hermosísimo. Lástima que yo estaba en mi faceta de chica doméstica. Pero, nos entretuvimos con nuestra charla. Y, en forma de agradecimiento, compartimos un almomerienda en un clásico bar de San Telmo.

Por suerte, el timbre fue la causa de irrumpir mi tarea doméstica y digo por suerte, porque no me gusta esa actividad.

En este bar, mi amigo decidió hacerle un reportaje a Renata y juro que fue lo más disparatado para esta tarde de sábado.

Hasta todos los momentos.


1 comentario:

  1. Es muy divertido tener de vez en cuando alguna almomerienda revolucionaria sin importar el lugar ni la compañía y sólo dejarse llevar ...

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L@s camaradas dicen