Muchas veces de tanto pensar nos sentimos pensados, complicados, enmarañados. Sentimos que somos nudos con pies.
Creemos que con pensar y pensar solucionamos nuestros problemas. Creemos que con pensar y pensar hacemos lo que queremos hacer. Creemos que con pensar y pensar todo lo que queremos llega, así sin más.
No creo en las creencias, valga la redundancia.
Más allá que necesitamos de nuestros pensamientos para crear y vivir, también necesitamos desconectarnos de ellos para nuestro andar. Creo que no hay nada más hermoso que sentirnos livianos andando por ahí, por la calle, la casa de tu amigo o de la mano de tu pareja.
Dejemos los pensamientos de lado y, simplemente, disfrutemos de la ligereza de nuestros pasos como ecos de los latidos de nuestro corazón.
Hasta todos los momentos

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L@s camaradas dicen