En tiempos de psicoanálisis, gestal, terapias cortas, vamos buscando cual nos queda bien a nosotros, mejor dicho, a los que nos animamos a cambiar, a fluir sin estar saboteándonos nosotros mismos.
El mercado de la mente se amplió, hoy ya contamos con terapias de otro estilo, que nos llevan a conectar más con nuestro espíritu y a estar más atentos con los latidos de nuestro corazón. Convencional o no, regular o cada tanto, cada uno encuentra su manera de crecer. Y cuando digo crecer no me refiero a ser más grandes, ni responsables por sí mismos, sino a tomar esas bocanadas de aire para lanzarnos hacia el rumbo que realmente deseamos.
Todavía me falta mucho por recorrer y hoy sí estoy convencida que el camino lo estoy haciendo. Mi corazón es mi faro y el amor es mi Norte, Sur, Este y Oeste.
Hay terapias que nos hacen más simples, como cuando éramos chicos. Estar en el verde de cara al sol es una de las mejores terapias.
Hoy decido desconectar para conectar.
Hasta todos los momentos
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L@s camaradas dicen