domingo, 10 de julio de 2016
La dieta de la felicidad: cuestión de gustos
Muchas veces por querer gustarle a todos, por querer caer bien a todos y en todos los lugares nos olvidamos de nosotros mismos. O lo que es peor, dejarmos de ser para parecer.
En la carrera por ser queridos y tomados en cuenta nos olvidamos de nosotros mismos.
Qué mejor que gustarnos a nosotros mismos para que después gusten de nosotros y, lo mejor, nos quieran tal como somos, porque en definitiva nosotros nos aceptamos con nuestras virtudes y defectos.
¿Y si probamos? Arrancar un domingo no viene nada mal.
Hasta todos los momentos
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