domingo, 26 de junio de 2016
La dieta de la felicidad: en primera persona
Querer estar con alguien, compartir, amar, a veces, nos convierte la vida en una carrera donde el primero que llega, el primero que hace de todo por llegar gana. Y, en verdad, no es nada comparable.
Muchas veces por estar en la mirada del otro nos desdibujamos nosotros. Muchas veces para que el otro nos vea agradables solemos ser condescendientes. Otras tantas solemos maquillarnos un poco porque así creemos que nos van a ver más lindos. Nada de esto nos da garantía.
Creo que lo único que nos salva es ser nosotros mismos. Ya lo decía mi nonna: "siempre hay un roto para un descosido".
Hasta todos los momentos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario
L@s camaradas dicen