A horas de
finalizar este día, largo día, si los hay, debo anunciar públicamente una la
operación “Casi, casi sabotaje”.
Ustedes
saben que me trazo uno a uno los objetivos para llegar a mi gran meta, el amor
revolucionario.
¡Esta lucha
es dura, cruel y ruda!
Hoy decidí
intensificar mi campaña revolucionaria y sitiar distintas agencias para que acepten llevar adelante la publicidad por el amor
revolucionario.
Hay que
empapelar las calles, colgar carteles y salir a panfletar. Pero, sola no puedo.
Y fue así como acudí a distintas agencias para sumarlas a la fila de la logia
renatista.
¿Y adivina?
Fui cuasi blanco de la operación “Casi, casi sabotaje” detectada por mis
agentes secretos. No estaba dentro de mis cálculos la aparición de un chico que
siguiera mis pasos con tal de dejarme sin las herramientas necesarias para
comunicar los pro del amor revolucionario, nada más, ni nada menos.
El chico,
no importa su paradero, usurpó mis espacios de comunicación que iban a afianzar
mi lucha por el amor revolucionario. Pero, claro, cuando le hice llegar el
mensaje revolucionario no pudo efectivizar cien por cien la operación
saboteadora.
Este es un
hecho más que demuestra que sigo adelante con mi accionar militante. Nada, ni
nadie me detendrá en mi lucha por el amor revolucionario.
Hasta todos
los momentos.
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