A minutos de finalizar el primer
martes 13 de este año declaro públicamente que no creo en el martes 13.
El martes 13 es producto de las
costumbres y supersticiones de la burguesía.
En clara oposición rebelde a las
creencias burguesas y tradiciones de esta, nuestra sociedad le hice burla al
martes 13 y comencé a transitar mi camino más revolucionario, el de la toma de
la voz revolucionaria.
A partir de hoy no vale reproducir
lingüística y oralmente los refranes como:
ü
“El martes, ni te cases, ni te embarques”
ü
“El martes, ni hijo cases, ni cochino mates”
ü
“En martes ni tela urdas, ni hija cases, ni las
lleves a confesar, porque no dirán la verdad”
ü
“El martes ni tu casa mudes, ni tu hija cases,
ni tu ropa tejas”
Pura bla, bla burguesa. Y el bla, bla no nos conduce a ningún
lado, ni nos depara una próxima estación, ni aterrizar en buen aeropuerto, ni anclar
ancla en ningún puerto.
Así que, queridísima logia, hoy decreto revolucionariamente
la abolición del martes 13 en mi, tu y la vida de cada uno de nosotros.
Hasta todos los momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
L@s camaradas dicen