“El amor encarna todas las cosas” dixit mi álter ego masculino

Hace semanas atrás les anuncié mi revolución por el amor revolucionario. Como soy ansiosa, inquieta, te imaginarás que ya me encantaría tener desarrollada definitivamente mi teoría del amor revolucionario. Pero, esta vez no va a ser así. Por primera vez, no me preocupo por cerrar ya un ensayo o una teoría. Tiempo al tiempo, aconseja mi sabio camarada. La mejor manera de comprender la esencia misma del amor revolucionario es justamente transitar por esa vía.

Este día me conecté muchísimo con mi álter ego masculino. Él tiene ese derecho de cuestionarmente, hacerme pensar y reflexionar. Y con las idas y vueltas él me hizo comprender que el amor revolucionario es el amor que encarna todas las cosas. Creo que esa frase me la dijo alrededor del mediodía y aún todavía da vueltas en mi cerebro.

¡Cómo con una frase tan corta, tan simple pudo definir el amor revolucionario! Claro, que él también es partidario de la toma de poder por parte del amor revolucionario. Pero, la verdad, hoy la charla con él también me llevó a asumir que la revolución que emprendí también me tiene muy revolucionada.

Entonces, dadas las idas y vueltas y viceversa que estoy viviendo, en estos últimos tiempos, decidido llevarme por mi estado revolucionario, seguir indagando, curioseando y darle su tiempo. Sin darme cuenta en mi cabeza dispararon mil de preguntas acerca del amor y de la humanidad en general. Esto comenzó con un intercambio de escritos con mi álter ego masculino por enero de este año. Ni él, ni yo sabíamos qué iba a pasar. Y después una serie de acontecimientos como conocer personas nuevas, afianzar la relación con mi álter ego, compartir y gestar sueños juntos hicieron que hoy me encuentre acá. En este espacio donde hablo en voz alta y comparto con vos, con él, con ella, con nosotros mi lucha por el amor revolucionario.

Mucho falta por hacer, mucho falta por aprender. Pero, lo bueno –por más revolucionada que esté- es comenzar a transitar mi senda revolucionaria.

Hasta todos los momentos.